DONA

Actuamos por los derechos humanos en todo el mundo.

Haití: Reclutamiento, ataques y violencia sexual contra niños y niñas a manos de bandas criminales en una crisis cada vez más grave – nuevo informe

Cientos de personas han sido desplazadas por la violencia generada por bandas criminales. En la foto, una mujer se ubica afuera de su domicilio en Puerto Príncipe, el 21 de septiembre de 2024. (© Amnesty International).

  • Numerosas bandas criminales son responsables de abusos contra los derechos humanos de la infancia en Haití
  • La violencia extrema y la intimidación imperan en Puerto Príncipe y las zonas circundantes
  • “Demasiados niños y niñas en Haití están viendo su vida destrozada”: Agnès Callamard

La implacable violencia de las bandas criminales en Puerto Príncipe y sus alrededores ha tenido como consecuencia un brutal ataque contra la infancia en Haití. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional en un nuevo informe.

“Soy una niña, ¿por qué me ha pasado esto?” Agresiones de bandas criminales a la infancia en Haití, documenta cómo los niños y las niñas son objeto de innumerables abusos contra los derechos humanos, incluidos el reclutamiento en bandas criminales, la violación y otras formas de violencia sexual, secuestros, homicidios y lesiones. También documenta el impacto desproporcionado en los niños y niñas con discapacidad.

Desde que asesinaron al presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, la violencia de las bandas criminales armadas ha aumentado significativamente en Haití: se estima que en el último año se ha cobrado 5.600 vidas. Las bandas criminales controlan la mayor parte de la capital, Puerto Príncipe, mientras que más de 5,5 millones de personas requieren asistencia humanitaria urgente.

“Las bandas criminales han causado una angustia generalizada en Haití. Amenazan, golpean, violan y matan a niños y niñas. Han cometido múltiples abusos contra los derechos de la infancia, incluidos el derecho a la vida, a la educación y a la libertad de circulación”, ha manifestado Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.

“Demasiados niños y niñas en Haití están viendo su vida destrozada, y no tienen donde acudir para obtener protección o justicia. Sufren persecución y, en ocasiones, homicidio a manos de grupos de autodefensa, mientras las autoridades los detienen arbitrariamente. Les están robando la infancia”.

“Ya es hora de que las autoridades haitianas y la comunidad internacional, incluidos los donantes, redoblen sus esfuerzos. Las expresiones huecas de preocupación no bastan. Niños y niñas sufren a diario violaciones de su cuerpo, su mente y su corazón. Haití necesita asistencia urgente para proteger a la infancia y prevenir nuevos ciclos de violencia”.

Según cálculos, más de un millón de niños y niñas viven en zonas controladas por bandas criminales o bajo su influencia. El equipo de investigación entrevistó a 112 personas y visitó Puerto Príncipe en septiembre de 2024. Entre las personas entrevistadas hubo niños y niñas, autoridades gubernamentales, personal de ayuda humanitaria tanto de Haití como internacional y miembros del personal de la ONU. La investigación abarcó abusos y violaciones de derechos humanos cometidos en ocho comunas del departamento del Oeste.

En diciembre de 2024, Amnistía Internacional escribió a la oficina del primer ministro Alix Didier Fils-Aimé para presentarle un resumen de sus conclusiones. En el momento de publicar este comunicado no se había recibido ninguna respuesta.

Violación y violencia sexual

Los miembros de las bandas criminales han secuestrado, violado y agredido sexualmente a niñas durante ataques a barrios o tras hacerse con el control de zonas. Son habituales los ataques contra niñas que salen a la calle, y también se las ataca deliberadamente en sus casas. Los miembros de las bandas criminales también han explotado sexualmente a niñas en “relaciones” y para el comercio sexual.

Amnistía Internacional ha documentado los casos de 18 niñas que fueron violadas y sometidas a otras formas de violencia sexual por miembros de bandas criminales. Algunas de ellas fueron atacadas más de una vez. En 10 casos, las niñas fueron sometidas a violación colectiva y, en 9 casos, secuestradas. El derecho internacional exige a los Estados que protejan a los menores frente a la explotación y los abusos sexuales, incluida la prostitución.

Rawya Rageh, asesora principal de crisis de Amnistía Internacional, entrevista a una niña desplazada por la violencia de las bandas en Puerto Príncipe, el 24 de septiembre de 2024. (© Amnesty International).

Unos miembros de una banda criminal secuestraron a dos hermanas adolescentes que volvían de la escuela y las sometieron a violación colectiva: a una de ellas la violaron cinco hombres; a la otra, seis. Una de ellas contó a Amnistía Internacional: “Pienso en ello y me digo: ‘Soy una niña, ¿por qué me ha pasado esto?’”.

Varias niñas dijeron a Amnistía Internacional que habían quedado embarazadas como consecuencia de una violación. Dado que el aborto sigue siendo delito en Haití, algunas recurrieron a métodos inseguros para intentar interrumpir sus embarazos no deseados.

En diciembre de 2023, unos miembros de una banda criminal interceptaron a una niña de 17 años que vivía en Carrefour-Feuilles cuando salió a comprar comida por la noche. Los agresores, vestidos de negro y con el rostro cubierto, la llevaron a una casa donde cinco de ellos la violaron por turnos. La niña contó a Amnistía Internacional: “Me dijeron: ‘Esto no lo vas a contar. Si lo cuentas, te mataremos’. Luego me dijeron que me fuera.” Más tarde descubrió que estaba embarazada: “Me destrozó […] No tengo a nadie que me ayude con el bebé”.

Los menores implicados en actos sexuales de carácter comercial son víctimas de explotación sexual. Una niña de 16 años que vivía en una zona bajo el control de 5 Segon contó que se había iniciado en el comercio sexual con miembros de bandas criminales después de que ella y su hijo hubieran pasado varias temporadas sin comida. Dijo: “No tengo elección […] Te ven y te dicen: ‘Vamos’. Si te niegas, te golpean con un arma […] Cualquier día me podrían pegar un tiro. Te agarran y te patean. Unos pagan; otros no”.

De acuerdo con estimaciones de la ONU, las bandas criminales controlan el 80% de Puerto Príncipe. En la foto un integrante de una banda armada, el 22 de febrero de 2024, en la capital haitiana. (Fotografía de Giles Clarke/Getty Images).

Las niñas víctimas de violencia sexual a manos de miembros de bandas criminales requieren una atención médica altamente especializada para apoyar su recuperación física y psicológica. Pese a ello, los limitados servicios sanitarios de Haití se han visto afectados por los ataques de las bandas criminales.

Las sobrevivientes se enfrentan a diferentes obstáculos para acceder a la justicia, en medio de la impunidad generalizada que asola Haití. Muchas entrevistadas no tenían intención de denunciar a las autoridades las agresiones sufridas debido a la ausencia de fuerzas policiales en las zonas controladas por las bandas criminales. Una niña secuestrada y violada por varios miembros de una banda criminal en 2023 y que volvió a ser agredida sexualmente por un miembro de una banda criminal en 2024 contó: “No hay policía […] La única autoridad en la zona son los miembros de las bandas”.

“No puedes decirles que no”: Reclutamiento de niños y niñas por bandas criminales

Amnistía Internacional entrevistó a 11 niños y tres niñas reclutados y utilizados por bandas criminales. Los menores describieron que se los explotaba de diversas formas, entre ellas para espiar a bandas rivales y a la policía, hacer repartos y tareas domésticas, realizar trabajos de construcción y reparar vehículos. Los 14 niños y niñas dijeron que no tenían elección y que actuaban predominantemente por miedo o hambre.

Un niño de 12 años dijo que los miembros de la banda criminal Grand Ravine le habían obligado a ser un informante: “Si no lo hubiera hecho, me habrían matado”. Otro preadolescente contó que una banda criminal le había obligado a llevar un arma para cometer actos delictivos. Así se lo contó a Amnistía Internacional: “Lo que hice, no lo hice de corazón. No entendía lo que estaba haciendo. Utilizaba un arma, no para hacer daño, sino para cuidar de mí mismo”.

Algunos niños y niñas recibían golpes y amenazas por negarse a cumplir órdenes. Una niña de 17 años relató que los miembros de la banda criminal Ti Bwa la enviaban a comprar regalos para sus novias y a limpiar casas a cambio de cantidades mínimas como 2 dólares estadounidenses. Añadió: “A veces respondo: ‘No quiero’. Entonces, me gritan y me dicen: ‘Si el jefe te pide que hagas algo, tienes que hacerlo’… No puedes decir que no”.

La ONU y los grupos de la sociedad civil han documentado el homicidio de menores y adultos a los que los grupos de autodefensa conocidos como movimiento Bwa Kale creían asociados con bandas criminales. Varios menores dijeron que trataban de ocultar su asociación con bandas por temor a represalias de los miembros de la comunidad. Un niño dijo: “Si alguien me señala con el dedo, podrían matarme”.

El gobierno recluye a decenas de menores, entre ellos muchos presuntamente reclutados y utilizados por bandas criminales, junto con adultos en un centro superpoblado diseñado originalmente para rehabilitar a niños. En el momento llevar a cabo la investigación, ninguno de los niños había sido declarado culpable porque el Tribunal de Menores de Puerto Príncipe dejó de funcionar en 2019.

El reclutamiento y la utilización de niños y niñas por parte de las bandas criminales en Haití están prohibidos por el derecho internacional y nacional, puesto que convierte a los menores en víctimas de trata de personas, entre muchos otros abusos.

Muertes y lesiones

Las bandas criminales matan y hieren con frecuencia a menores durante sus incursiones en los barrios. En las zonas bajo control de las bandas, niños y niñas están expuestos a fuego tanto indiscriminado como directo. Amnistía Internacional ha documentado los casos de 10 menores que resultaron heridos y de dos que murieron como consecuencia de la violencia derivada de las bandas criminales y los incidentes asociados. Su edad oscilaba entre los cinco y los 17 años. En al menos dos casos hubo fuego cruzado entre las bandas criminales y la policía.

Una niña de 14 años describió cómo una bala perdida, disparada por un miembro de una banda criminal cerca de su casa en septiembre de 2024, le perforó el rostro. Dijo: “No es una zona tranquila. Hay problemas todo el rato. Muchísimos disparos. No soporto los disparos”. Su hermano había muerto tres meses antes, también por una bala perdida disparada en su zona.

La salud mental de la infancia sufre un daño importante. Una niña de 13 años sufre constantes visiones retrospectivas del día en que los miembros de una banda criminal amenazaron a punta de pistola a su familia y quemaron su casa. Dijo: “Vi cadáveres […] Tengo pesadillas, no puedo dormir. Me vienen imágenes de lo que vi […] Antes podía estudiar sin problemas. Ahora es difícil”.

Niños y niñas con discapacidad

Los niños y niñas con discapacidad se enfrentan a un mayor riesgo al huir de la violencia, entre otras cosas debido a su movilidad limitada y a tener que abandonar sus dispositivos de asistencia. Amnistía Internacional entrevistó a 11 niños y niñas con discapacidades, entre los que había menores con discapacidades físicas y psicosociales. El equipo de investigación documentó las condiciones inaccesibles en los centros para personas desplazadas, así como ataques a una escuela y una clínica para niños y niñas con discapacidad.

Muchos sobrevivientes siguen confiando en que su vida mejorará. Un niño que perdió una pierna por el disparo de un francotirador dijo: “Esta historia no es el fin de mi vida […] Espero que mi vida cambie”.

Recomendaciones

Los niños y las niñas asociados con bandas criminales son ante todo víctimas. Amnistía Internacional pide a la comunidad internacional, incluidos los donantes, que trabaje con las autoridades y la sociedad civil de Haití para diseñar una hoja de ruta encaminada a introducir cambios que traigan consigo soluciones duraderas basadas en los derechos humanos, y a prevenir ciclos futuros de violencia.

“El gobierno haitiano y los donantes internacionales deben colaborar para elaborar un plan de protección a la infancia integral e inclusivo”, ha manifestado Agnès Callamard.

“Los programas para desmovilizar y reintegrar de forma efectiva a los niños y niñas asociados a bandas criminales, y a proporcionar asistencia médica y jurídica completa a quienes sobreviven a la violencia sexual, son una prioridad. El gobierno debe abordar también la impunidad acelerando la creación de juzgados especializados para el enjuiciamiento de los abusos y violaciones graves de los derechos humanos”.

“Hay que controlar el flujo masivo de armas de fuego a Haití que permite los abusos generalizados de las bandas criminales. Los países también deben dejar de deportar por la fuerza a personas haitianas mientras continúen la campaña de terror de las bandas criminales y la crisis más amplia de derechos humanos”.

Compártelo en redes

NOTICIAS RELACIONADAS

Dona

Trabajamos para exponer las violaciones de los derechos humanos, dando una luz de esperanza a quienes aún esperan justicia.

Firma nuestras peticiones

Con tu firma podemos presentarnos frente a las autoridades no solo como Amnistía Internacional ¡sino como miles de personas exigen un mundo mejor!

Hazte miembro

Además de donar, las personas que forman parte de la membresía cuentan con voz y voto para participar en las actividades de gobernanza de Amnistía Internacional Sección Mexicana.