Después de que una campaña por la libertad de Maura, mujer transgénero de 41 años de Nicaragua, generase más de 14.000 correos electrónicos dirigidos a la oficina local de San Diego del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la agencia del Departamento de Seguridad Nacional ha puesto finalmente en libertad a Maura tras tenerla detenida más de 800 días en un centro denunciado por negligencia médica y por no prevenir brotes de COVID-19.
Una vez en libertad, Maura dijo: “Estoy muy, muy contenta. ¡Todavía no me lo puedo creer! Creí que no iba a salir de ese lugar, creí que no iba a salir de ese infierno. Fue muy difícil, muy traumático, muy horrible. Creí que estaba sola en este mundo. Creí que no merecía la pena seguir peleando. Y luego me di cuenta de que había personas en todo el mundo, a las que ni siquiera conozco, personas muy buenas que me han apoyado mucho. Me apoyaron enviándome cartas, me dieron apoyo moral. Estoy muy contenta por todo eso, muy agradecida”.
Una campaña en la que participaron Amnistía Internacional, Comité de Servicios de la Sociedad Americana de los Amigos Colorado, el Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes y la Coalición TransLatin@, consiguió que el ICE volviera a revisar el caso de Maura. Maura, residente permanente legal en Estados Unidos desde hace más de 25 años, cursó estudios de secundaria en San Diego, tuvo numerosos empleos en la industria alimentaria y creó una comunidad que la acepta y la acoge. Busca protección humanitaria para permanecer en Estados Unidos, pues teme por su vida si es devuelta como mujer trans a Nicaragua, país que no conoce desde hace décadas. El ICE la recluyó más de dos años en el Centro de Detención de Otay Mesa, en California, donde sufrió abusos y no se le facilitó atención médica adecuada.
“Maura ha podido volver por fin con sus amistades y seres queridos en libertad y unirse a sus patrocinadores en California —personas que apoyan soluciones basadas en la comunidad antes que la detención—, mientras sigue luchando por su derecho a buscar protección humanitaria para permanecer en Estados Unidos”, dijo Denise Bell, investigadora de los derechos de las personas refugiadas y migrantes en Amnistía Internacional Estados Unidos. “Celebramos la libertad y la resiliencia de Maura, pero el trabajo no estará terminado hasta que todas las personas trans sean puestas en libertad de la custodia del ICE y la detención de personas trans termine de una vez para siempre”.
Activistas, defensores y defensoras de organizaciones, y simpatizantes de Amnistía en Estados Unidos y en todo el mundo celebraron actos durante el Orgullo en junio en los que se hizo campaña por la libertad de Maura. La Coalición TransLatin@ entregó al secretario Mayorkas una carta conjunta en la que 33 organizaciones pedían la libertad de Maura, y el Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes expuso su situación a las oficinas del senador Padilla y el representante Vargas, que solicitaron al ICE que volviera a revisar su caso con vistas a considerar su libertad.
Tania Linares Garcia, abogada litigante principal del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes, declaró: “Nos emociona la libertad de Maura y sentimos enorme agradecimiento hacia el equipo de activistas y profesionales del derecho que trabajaron de forma conjunta para obtener su libertad. Ochocientos días de detención por el ICE son 800 días de más. Al mismo tiempo que celebramos, somos muy conscientes de que hasta que el ICE libere a todas las personas trans, nuestro trabajo no habrá terminado”.
Bamby Salcedo, presidenta y consejera delegada de la Coalición TransLatin@, dijo: Agradecemos haber podido asociarnos con otras organizaciones increíbles y entregadas para reclamar la libertad de Maura, pero hay otras mujeres trans como ella que siguen detenidas y que reciben un trato inhumano mientras están detenidas por motivos de inmigración. Por eso queremos la libertad para los miembros de nuestra comunidad. Vamos a seguir defendiendo la libertad de todas las mujeres trans detenidas en inmigración.
Jordan Garcia, director de Programa del Comité de Servicios de la Sociedad Americana de los Amigos, afirmó: La libertad de Maura nos levanta el ánimo mientras trabajamos por la libertad de todas las personas de nuestro inhumano sistema de detención. Su lucha por la libertad nos anima a exigir la justicia que merecen todas las personas. Le deseamos lo mejor.
El 9 de julio, el representante Quigley y más de 40 representantes pidieron al Departamento de Seguridad Nacional y al ICE la libertad de todas las personas transgénero y personas que viven con el VIH actualmente detenidas por el ICE y que anunciara formal y públicamente que el ICE no seguirá deteniendo a personas transgénero ni a personas que viven con el VIH sino que, en su lugar, recurrirá a la libertad en la comunidad o a programas alternativos a la detención.
Contacto: Mariya Parodi, media@aiusa.org