Ante la información que indica que el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha invitado al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y tiene previsto recibirlo en Hungría el próximo miércoles, Erika Guevara Rosas, directora de Investigación, Trabajo de Incidencia y Política Globales de Amnistía Internacional, ha afirmado:
“El primer ministro Netanyahu es un presunto criminal de guerra que está acusado de usar el hambre como arma de guerra, de atacar intencionadamente a civiles y de los crímenes de lesa humanidad de asesinato, persecución y otros actos inhumanos. Como Estado miembro de la Corte Penal Internacional (CPI), Hungría debe proceder a detenerlo si viaja al país y entregarlo a la Corte. Cualquier viaje que realice a un Estado miembro de la CPI que no acabe en su detención envalentonaría a Israel para cometer nuevos crímenes contra la población palestina en el Territorio Palestino Ocupado.
“La visita anunciada de Netanyahu debe entenderse como un cínico intento de menoscabar la CPI y su labor, y es un insulto para las víctimas de estos crímenes que recurren a la Corte para obtener justicia. La invitación de Hungría demuestra desprecio por el derecho internacional y confirma que presuntos criminales de guerra reclamados por la CPI son bienvenidos en las calles de un Estado miembro de la Unión Europea.
“La visita de Netanyahu a Hungría no debe convertirse en un indicador del futuro de los derechos humanos en Europa. Los dirigentes europeos y mundiales deben poner fin a su vergonzoso silencio e inacción y pedir a Hungría que detenga a Netanyahu durante una visita que constituiría una burla del sufrimiento de las víctimas palestinas del genocidio de Israel en Gaza, sus crímenes de guerra en otras partes del Territorio Palestino Ocupado y su arraigado sistema de apartheid contra todas las personas palestinas cuyos derechos controla.
“Amnistía Internacional insta a la fiscalía de la CPI a investigar y enjuiciar todos los crímenes de Israel. Hungría debe actuar de igual modo aplicando los principios de jurisdicción universal. Los líderes poderosos, como Netanyahu, acusados por la CPI de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, deben dejar de disfrutar de la perspectiva de impunidad perpetua.”
“La CPI se creó para garantizar la rendición de cuentas para las víctimas de genocidio y otros crímenes de derecho internacional, y para que los crímenes que conmueven la conciencia de la humanidad “nunca más” vayan acompañados de impunidad. Para ‘llevar al poder ante la justicia’, la CPI se enfrenta ahora a la reacción global de poderosos líderes que intentan menoscabar el Estado de derecho internacional y acabar con la perspectiva de la rendición de cuentas para los más poderosos.”
En noviembre de 2024, la Corte Penal Internacional dictó órdenes de arresto contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el exministro de Defensa Yoav Gallant, así como contra el jefe de las brigadas de Al Qassam, Mohammed Diab Ibrahim al Masri, por cargos de crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Desde entonces, dirigentes de Estados miembros de la CPI como Francia, Alemania, Italia, Hungría y Polonia han afirmado o insinuado que no detendrían a Benjamin Netanyahu si viajaba a sus respectivos países. Estados Unidos también ha aprobado sanciones contra el fiscal de la CPI, Karim Khan.
Información complementaria
Uno de los principios esenciales del fundacional Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional es que todas las personas que sean objeto de órdenes de detención de la CPI deben ser detenidas y entregadas a la Corte sin que puedan ampararse en la inmunidad cuando estén dentro de la jurisdicción de los Estados miembros de la CPI, incluido su territorio.
