Ciudad de México.- El 5 de diciembre, por la noche, las organizaciones que firmamos este comunicado, profundamente preocupadas por la escalada del conflicto entre las fuerzas de seguridad israelíes y los grupos armados palestinos, alzamos nuestra voz y nos solidarizamos con las miles de víctimas civiles a través de una video proyección en el WTC de la Ciudad de México, donde exigimos lo siguiente:
Los ataques indiscriminados e implacables deben detenerse ahora.
Los desplazamientos forzados deben detenerse ahora.
Los ataques a hospitales y personal médico deben detenerse ahora.
El asedio y las restricciones a la ayuda deben detenerse ahora.
TODO DEBE DETENERSE AHORA.
#AltoAlFuegoSostenido
Desde que el 1 de diciembre se rompió la frágil tregua en la Franja de Gaza, los ataques aéreos y terrestres de las fuerzas israelíes han causado centenares de personas muertas, heridas y desplazadas. Las cifras, que van creciendo cada hora, reflejan una catástrofe humanitaria descomunal.
Más de 15,000 personas han sido asesinadas, incluidas más 6,000 niños y 4,000 mujeres. La mayoría de los 1,8 millones de personas internamente desplazadas de la Franja han buscado refugio en el sur de Gaza, donde actualmente viven en pésimas condiciones. Muchos civiles ya han sido desplazados varias veces, pero no tienen adónde ir. Ningún lugar es seguro.
El estatus de santuario que deben tener las instalaciones y el personal médico-humanitario –incluso en los conflictos armados– tampoco se han respetado como lo precisa el Derecho Internacional Humanitario. Cientos de trabajadores humanitarios y personal médico han perdido la vida, tan solo por continuar brindando el apoyo de salud que la población civil palestina necesita desesperadamente.
Desde nuestra práctica en distintos campos de la acción humanitaria, sabemos que la indiferencia y el silencio matan. Por ello, en concordancia con la misión humanitaria de Médicos Sin Fronteras, Oxfam, Médicos del Mundo y Amnistía Internacional México, hacemos un llamado a las personas y a las autoridades mexicanas para no caer en la indiferencia.
“Ni siquiera durante la tregua se permitió a las personas volver al norte, a sus casas. La velocidad y la escala de los bombardeos siguen hundiéndose en las profundidades de la brutalidad”, afirmó un integrante del personal médico en Gaza.
Una breve pausa a los ataques aéreos y terrestres no es suficiente. Para que la humanidad pueda restaurarse en Gaza y otros territorios afectados por el conflicto, es necesario demandar un alto al fuego incondicional.
“Hicimos lo que pudimos. Recuérdenos”. Estas son las palabras que el equipo médico de urgencias de Médicos Sin Fronteras puso en la pizarra de un hospital de Gaza donde solía escribir la lista semanal de casos quirúrgicos. Cuando las armas callen y la verdadera escala de la devastación sea revelada, ¿México podrá decir lo mismo?