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Protestas históricas: siete ejemplos para recordar el poder de las personas

Por Alberto Senante (@asenante)

Por Alberto Senante (@asenante)

Colaborador de Amnistía Internacional

Hubo un tiempo que parecía impensable que las mujeres votaran o pudieran decidir sobre sus cuerpos, que se pudiera trabajar solo ocho horas, que las leyes no discriminaran por el color de piel o que las personas LGTBIQ+ pudieran salir a la calle siendo ellas mismas. Protestar fue lo que lo hizo posible.

 

1. El “delirio” de trabajar ocho horas

“Indignante e irrespetuoso”, “delirio de lunáticos poco patriotas”, “locos anarquistas”, “no conseguirán su objetivo”. Así hablaba la prensa de Estados Unidos sobre las pretensiones de los trabajadores para que se cumpliera la normativa de trabajar un máximo de ocho horas. El 1 de mayo de 1886, se convocó una huelga en todo el país, que paralizó las fábricas de Chicago. Durante las protestas en esta ciudad, la policía disparó contra los manifestantes, matando a seis personas y causando docenas de heridos.

Uno de los trabajadores lanzó un explosivo contra la policía y, a raíz del incidente, cinco manifestantes fueron condenados a muerte. La sentencia avivó aún más al movimiento obrero estadounidense. Con el paso de los años, el lema “ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para disfrutar” fue convirtiéndose en una realidad en cada vez más países.

2. La sal de la independencia india

En 1930 Mahatma Gandhi ya había realizado numerosas protestas y huelgas de hambre. Los miembros de su partido se impacientaban y empezaban a declinarse por la vía violenta para lograr la independencia. Gandhi decidió concentrar toda su protesta en una de las muestras cotidianas del poder colonial británico, la prohibición de fabricar y vender sal. Una imposición que afectaba por igual a personas de cualquier clase social y religión.

Tras caminar 300 kilómetros, Gandhi llegó al océano y recogió un poco de sal con las manos. El Imperio había sido desafiado. Él y 60.000 personas fueron arrestadas, sin ofrecer resistencia tal y como había propuesto. Nueve meses después, Gandhi fue liberado, la normativa sobre la sal retirada, y el Virrey de la India reconoció al líder hindú como interlocutor en las negociaciones sobre el estatuto de la India. Tras un nuevo periodo de represión de las protestas y la II Guerra Mundial, en agosto de 1947, la joya del Imperio Británico dio lugar a los Estados independientes de India y Pakistán. Menos de un año después Gandhi fue asesinado por un fundamentalista hindú.

3. Stonewall, o tener que luchar para ser uno mismo

La madrugada del 28 de junio de 1969, una redada policial en un pub neoyorkino llamado Stonewallno acabó como acostumbraba. El barrio y sus bares eran refugio de personas rechazadas por la sociedad (transexuales, homosexuales, trabajadores del sexo, sin techo…) que reaccionaron ante la última redada de una policía que pronto se vio superada en número. Los disturbios se sucedieron durante días, y las personas LGTBIQ+ empezaron a organizarse para establecer -y defender- lugares donde poder mostrar su orientación sexual sin temor a ser detenidos.

Hoy en día, aunque la homosexualidad sigue estando prohibida en 70 países, y las personas LGTBIQ+ corren el riesgo de ser discriminadas en cualquier parte, las manifestaciones del Orgullo convocan a millones de personas en las principales ciudades del mundo y cada vez más personas ejercen cada día el derecho que se reclamó en Stonewall: poder salir a calle siendo uno mismo.

Revolución EDSA en Filipinas

Miles de simpatizantes animan a los soldados amotinados mostrando el signo “L”, que significa Laban o Lucha. El motín de los soldados catapultó la revolución del “Poder Popular” que desalojó a los Marcos de 20 años en el poder y supuso la restauración de la democracia en Filipinas. © AP Photo/Alberto Marquez, file

4. Filipinas, “la revolución que sorprendió al mundo”

Se la conoce como Revolución EDSA (por las iniciales de la avenida de Manila donde se concentró la protesta entre el 22 y el 25 de febrero de 1986) y también Revolución del Poder del Pueblo. Pero lo cierto es que desde hacía tres años, un movimiento de protesta pacífica había estado removiendo las bases del país para terminar con la dictadura de Ferdinand Marcos, que acabó durando dos décadas.

En 1986, tras unas elecciones con muchas sospechas de fraude, se declaró una nueva victoria de Marcos. Millones de filipinos y filipinas se echaron a la calle desafiando la represión violenta contra los opositores. Entre ellos, varios grupos políticos, líderes religiosos y militares que habían desertado. Tras cuatro días de protesta pacífica, Marcos huyó del país y se nombró presidenta a Corazón Aquino, la candidata que aglutinaba a los partidos que abogaban por la llegada de la democracia al país.

Protesta histórica frente al muro de Berlín

Alemanes del Este y del Oeste se paran en el Muro de Berlín frente a la Puerta de Brandenburgo en esta foto del 10 de noviembre de 1989, un día después de la caída del muro. © Foto AP

5. Un otoño en busca de la libertad

La imagen que guardamos del otoño de 1989 seguramente es la de una multitud encaramada al muro de Berlín, celebrando su caída. Pero en el llamado “otoño de las naciones” ocurrieron muchos más cosas que acabaron por disolver como un azucarillo el poder soviético en Europa central en cuestión de meses.

En realidad, ese otoño empezó en Polonia en agosto. Tras casi un año de manifestaciones y huelgas masivas impulsadas por el sindicato Solidaridad, Tadeusz Mazowiecki, cofundador de la organización junto a Lech Walesa, fue nombrado primer ministro.Era la primera vez desde la creación de la URSS que se permitía la candidatura de un político que no fuera del Partido Comunista.

Polonia fue la primera ficha de dominó en caer. En octubre se aprobaron cambios constitucionales que permitirían la celebración las elecciones al año siguiente. El 9 de noviembre se anunciaba que se permitía el paso entre las dos Alemanias, por lo que el Muro de Berlín quedaba como un obstáculo inútil. Días antes, una multitud se había unido a la convocatoria de un pequeño grupo de artistas que reclamaban, entre otras medidas, libertad de expresión. Checoslovaquia, Hungría, Rumanía, Bulgaria, Yugoslavia. Las fichas no dejaron de caer ese otoño con ansias de libertad.

Mujeres para la Paz, Liberia

Mujeres liberianas de un campo de refugiados cerca de Accra se manifiestan ante el comienzo de las conversaciones de paz el 4 de junio de 2003. © AP Photo/Kwesi Owusu

6. Mujeres de Liberia, Acción Masiva para la Paz

En 2003, después de cuatro años de guerra civil, seis mujeres se unieron para poner fin a un conflicto que se llevaba la vida de sus hijos, sus parejas y que las ponía a ellas en la diana del hambre y la violencia sexual. Entre las primeras acciones de este grupo de mujeres cristianas y musulmanas fue redactar un manifiesto por la paz y anunciar una “huelga de sexo” hasta que se firmara la paz. La misma estrategia que 2.400 años antes Aristófanes planteó en como un alegato por la paz en su obra Lisístrata.

Poco después, doscientas mujeres vestidas de blanco rodearon la sala donde tenían lugar las conversaciones de paz con la intención de bloquear las salidas hasta que llegaran a un acuerdo. La presión de este grupo ayudó a que terminara la guerra, pero su empuje continuó hasta lograr convertir a Ellen Johnson Sirleaf en la primera mujer jefa de Estado. La primera en África. Durante su mandato, entre 2006 y 2018 impulsó los derechos de las mujeres liberianas.

Protesta histórica por la igualdad, Día Internacional de la Mujer

Día Internacional de la Mujer en Barcelona, España, marzo de 2019. © AP Photo/Emilio Morenatti

7. Los colores de la igualdad

El 8 de marzo de 2018 las calles de toda España se llenaron del color morado, símbolo del feminismo. El movimiento por la igualdad entre mujeres y hombres había tomado fuerza en parte como reacción ante sentencias judiciales como la del casoLa Manada que consideraban violaciones grupales como “abuso” y no como agresión sexual. Las manifestaciones multitudinarias se repitieron en 2019. En 2022, el Congreso español aprobó una ley que determinaba la necesidad de un consentimiento inequívoco para cualquier relación sexual. A la norma se le conoce con el lema que se podía leer en muchas de las pancartas de las manifestaciones moradas, “solo SÍ es SÍ”.

En cambio, en América Latina, el color por los derechos de las mujeres ha sido el verde de los pañuelos que las mujeres argentinas han llevado en los últimos años en docenas de protestas por el derecho al abortoEn 2020 consiguieron su objetivo en Argentina. Un empuje que ha recorrido el continente y que en dos años ha logrado también la despenalización en varios estados de México y Colombia. No hace tanto, muchos hubieran dicho que esto era imposible.

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