Scott Warren es un activista humanitario que vive en Arizona. Como parte de su labor, deja agua en el desierto para que personas migrantes no mueran. Les provee con agua y medicinas. Por su activismo, fue acusado por el gobierno estadounidense y enfrentó hasta 10 años de cárcel en juicio.
Gracias a la movilización de miles de personas en el mundo y la presión internacional, Scott fue declarado no culpable.