Ante la investigación de Global Witness que parece mostrar al director ejecutivo del equipo de Azerbaiyán para la COP29, Elnur Soltanov, usando su función para organizar una reunión destinada a negociar posibles acuerdos sobre combustibles fósiles, Marta Schaaf, directora del Programa de Justicia Climática de Amnistía Internacional, ha declarado:
“A nadie sorprende que un alto cargo del equipo de Azerbaiyán para la COP29 esté aprovechando la oportunidad para negociar acuerdos sobre combustibles fósiles. Los combustibles fósiles representan casi la mitad de la economía de Azerbaiyán y la inmensa mayoría de sus ingresos por exportaciones, y su empresa estatal de petróleo y gas es una importante fuente de ingresos del gobierno del presidente Ilham Aliyev”.
“Sin embargo, estas alarmantes imágenes refuerzan una vez más los peligros de celebrar la COP29 en un país que tiene estrechos lazos con empresas del sector de los combustibles fósiles. Del mismo modo que vimos con Emiratos Árabes Unidos el año pasado, los anfitriones del evento tienen una agenda que está en grave contradicción con la justicia climática”.
“La comunidad internacional no ha puesto freno a las letales actividades del sector de los combustibles fósiles, que sigue contaminando, quemando y arrasando el planeta a pesar del creciente sufrimiento humano”.
“Mientras el calentamiento global sigue aumentando, y cuando 2024 es el primer año en el que se han superado los 1,5 ºC, la COP29 es una oportunidad crítica para que los dirigentes mundiales rompan con estos fallos del pasado. Pero para que eso ocurra, las autoridades deben participar y comprometerse con el abandono progresivo y completo de los combustibles fósiles en lugar de aprovechar el evento como una oportunidad para negociar sucios acuerdos encubiertos o proteger la industria de los combustibles fósiles de su país”.
“Para avanzar hacia el futuro, Amnistía Internacional pide una política firme sobre el conflicto de intereses para impedir que los grupos de presión de los combustibles fósiles debiliten los objetivos de los tratados globales sobre el clima, y eso tiene que empezar ya”.