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Amnistía Internacional recuerda hoy al presidente electo Trump y a todas las autoridades electas de todo el país su obligación de respetar, proteger y hacer realidad los derechos humanos en sus políticas y enfoques, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo. La organización ha documentado ampliamente los daños a los derechos humanos causados por el primer mandato del presidente electo Trump, incluidos sus intentos de redefinir los derechos humanos, y está dispuesta a defender dichos derechos en este segundo mandato presidencial.
“El primer mandato de Donald Trump como presidente emprendió políticas y acciones caracterizadas por la intolerancia, la xenofobia y la retórica supremacista blanca, y dio lugar a abundantes violaciones de derechos humanos”, ha manifestado Paul O’Brien, director ejecutivo de Amnistía Internacional Estados Unidos. “Este segundo mandato debe ser diferente, y Amnistía Internacional seguirá luchando para que se respeten los derechos humanos de todas las personas.”
Proteger los derechos humanos en Estados Unidos significa poner fin a la violencia con arma de fuego y garantizar una atención médica adecuada para todas las personas, que incluya el aborto; también significa respetar los derechos de los y las manifestantes, así como los de las personas migrantes y solicitantes de asilo. Proteger los derechos humanos significa asimismo exigir que los gobiernos de otros países —incluidos los aliados de Estados Unidos— dejen de violar dichos derechos, y asegurarse de que el apoyo de Estados Unidos no facilita las violaciones de derechos humanos o del derecho humanitario.
“La administración Trump y todas las autoridades elegidas deben cumplir sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, definidas en tratados firmados y ratificados por Estados Unidos”, ha continuado diciendo O’Brien. “Nuestros y nuestras miembros, simpatizantes y activistas tanto aquí en Estados Unidos como en todo el mundo trabajarán para que la administración Trump y todas las autoridades estadounidenses recién elegidas rindan cuentas de sus actos.”
“Amnistía Internacional sabe bien lo que es la adversidad. Durante más de seis decenios, nunca hemos dado marcha atrás, y no vamos a hacerlo ahora”, ha manifestado O’Brien. “Como la organización de defensa de los derechos humanos más antigua y más grande del mundo, seguiremos trabajando para desvelar la verdad, emprender acciones y convertir la desesperación en esperanza. El mundo está observando, y Amnistía hará que el presidente electo Trump y el gobierno estadounidense rindan cuentas de sus obligaciones.”
Amnistía Internacional ha recibido con satisfacción la aprobación de los referéndums para proteger el acceso al aborto en 8 de los 11 estados en los que se votaba, incluidos Arizona, Misuri, Montana y Nebraska.
“La aprobación de estos referéndums para proteger el aborto es una victoria para los derechos humanos”, ha declarado O’Brien. “Los y las votantes de todo el país reconocen la importancia de emprender acciones para proteger constitucionalmente el acceso al aborto, afirmando que las personas embarazadas tienen el derecho humano a tomar sus propias decisiones sobre su salud reproductiva sin injerencia del gobierno. El presidente electo Trump ha promovido la restricción del acceso al aborto y duras sanciones. Nuestra lucha por los derechos reproductivos es ahora más urgente que nunca.”
En el cierre de su mandato, Amnistía Internacional insta también al presidente Biden a adoptar medidas urgentes en materia de derechos humanos en las últimas semanas antes de que se selle su legado. Esto incluye conmutar las condenas a muerte de todas las personas que se encuentran en el corredor de la muerte federal, establecer una comisión para examinar las reparaciones por la esclavitud, rescindir la prohibición del asilo y el cierre de fronteras, otorgar el indulto y poner en libertad al activista y anciano indígena Leonard Peltier, y cerrar el centro de detención de Guantánamo.
Amnistía Internacional reitera su llamamiento al presidente Biden para que detenga de inmediato todas las transferencias de armas al gobierno de Israel con el fin de proteger a la población civil, y para garantizar que no se utilizan armas estadounidenses de maneras que violen el derecho internacional. El presidente Biden y el actual Congreso deben hacer cuanto esté en su mano para lograr un alto el fuego inmediato y permanente, el acceso humanitario sin trabas y el retorno sin peligro de todas las personas que permanecen retenidas como rehenes.