Ante el veto de Estados Unidos a una propuesta de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que habría exigido un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente en Gaza; el levantamiento de todas las restricciones a la entrada de ayuda humanitaria y la garantía de su distribución sin riesgos; y la libertad inmediata e incondicional de todos los rehenes en poder de Hamás y otros grupos armados palestinos, Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, ha declarado:
“Por sexta vez, Estados Unidos ha vetado una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU encaminada a poner fin al insoportable sufrimiento de más de dos millones de personas palestinas en Gaza que luchan por sobrevivir al genocidio israelí que se está desplegando cruelmente ante los ojos del mundo. Es moralmente reprobable que en lugar de usar su influencia para poner fin al interminable catálogo de horrores, Estados Unidos —una vez más— haya abusado de su derecho de veto para dar efectivamente luz verde al genocidio israelí de la población palestina de Gaza. Los resultados de la votación —14 votos a favor y sólo 1 en contra— muestran que Estados Unidos está solo en esta cuestión. Ya es hora de que la Asamblea General actúe con decisión”.
“Las repercusiones de este veto son especialmente devastadoras para la población palestina de la Ciudad de Gaza, donde Israel ha desencadenado una campaña de aniquilación sin precedentes que está empujando brutalmente a cientos de miles de residentes fuera de la ciudad a zonas inseguras e inadecuadas del sur de la Franja de Gaza. El implacable ataque de Israel está acelerando el borrado de la ciudad antigua, de su legado y de su identidad palestina. Que este veto se haya producido sólo dos días después de que la Comisión Independiente de Investigación (COI) de la ONU hubiera hecho público un informe que concluía que las autoridades y fuerzas de Israel están cometiendo un genocidio contra la población palestina de Gaza lo hace aún más censurable”.
“Desde seguir proporcionando a Israel el masivo apoyo militar que ha facilitado la comisión y continuación del genocidio hasta el incondicional respaldo político y diplomático, incluido este veto, el gobierno de Estados Unidos ha mostrado un desprecio mortal a la supervivencia de la población palestina de Gaza. Esto también pone en peligro la vida de los restantes rehenes israelíes, cuya vida está en juego”.
“La historia no va a perdonar a Estados Unidos por estar en solitario contra la comunidad internacional, envalentonando a Israel en el genocidio que está cometiendo contra la población palestina de Gaza y erosionando aún más un frágil sistema legal global concebido para proteger los derechos humanos, pero que ha visto sus normas y su misma legitimidad aplastadas por una impunidad generalizada y el desprecio al derecho internacional”.
“Al continuar respaldando y armando a Israel mientras éste lleva a cabo su implacable campaña de aniquilación en Gaza, el riesgo de complicidad de Estados Unidos en crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio es cada vez mayor. Todos los Estados deben ejercer mucha más presión sobre Israel, también mediante la prohibición, con efecto inmediato, del suministro directo e indirecto, la venta y la transferencia a Israel de todas las armas y equipos de vigilancia, así como de todas las relaciones comerciales y de inversión que contribuyan a los crímenes de derecho internacional de Israel o estén directamente relacionadas con ellos”.