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Jorge Pérez Ortega (Jorgito) fue despedido injustamente en junio de 2020 tras denunciar públicamente que el personal de limpieza del hospital público “20 de Noviembre”, en la Ciudad de México, carecía de protección para el COVID-19.

Jorgito, a sus 70 años, formaba parte del personal de limpieza del hospital público “20 de Noviembre” de la Ciudad de México cuando inició la pandemia del COVID-19. Este hospital fue, y sigue siendo, un punto central para atender pacientes de COVID-19. La empresa privada que empleaba a Jorgito, contratada por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) –parte del gobierno federal–, no le proporcionó el Equipo de Protección Personal (EPP) necesario para protegerle del virus, a pesar de estar en alto riesgo de contagio, debido a su edad. 

El 16 de junio de 2020, Jorgito compartió su situación en una breve entrevista en un canal de televisión local. Seis días después, Jorgito fue despedido por la empresa sin justificación escrita ni indemnización.

Hoy Jorgito y su familia se esfuerzan por llegar a fin de mes.

Firma esta petición para exigir a las autoridades mexicanas una indemnización justa para Jorgito por su despido injusto, y que garanticen los derechos de todo el personal de salud que está en primera línea de atención del COVID-19, incluido el de la limpieza.

Mtro. Luis Antonio Ramírez

Director General del ISSSTE

Tengo conocimiento de que el señor Jorge Pérez Ortega se desempeñaba como personal de limpieza en el hospital público “20 de Noviembre” a través de la empresa privada Grupo Relissa, contratada por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), y de que el 22 de junio de 2020 fue despedido sin justificación escrita ni indemnización.

Según la Ley Federal del Trabajo de México, el despido de una persona trabajadora sin notificación por escrito se considera ilegal e injustificado. Por lo tanto, Jorge Pérez Ortega tiene derecho a una reparación adecuada mediante una indemnización por su despido ilegal.

A pesar de que Jorge Pérez Ortega trabajaba para una empresa privada, de acuerdo con la legislación laboral mexicana, el ISSSTE es responsable en última instancia de las personas empleadas que realizan trabajo en sus instalaciones. Además, el Estado mexicano es responsable de garantizar los derechos humanos y supervisar el actuar de las empresas privadas que contrata según los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de la ONU.

Por otro lado, de acuerdo con la información recibida por Amnistía Internacional, ni Jorge Pérez Ortega ni sus colegas recibieron Equipo de Protección Personal (EPP) suficiente para prevenir enfermarse de COVID-19. El personal de limpieza en los centros de salud está particularmente en riesgo en el contexto de la pandemia de COVID-19 y las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que los limpiadores, en efecto, necesitan también una cantidad significativa de EPP. Cabe señalar además que Jorge Pérez Ortega tenía ya entonces más de 65 años y por lo tanto se encontraba en un grupo de alto riesgo.

Por ello, le insto a que:

  • El ISSSTE proporcione a Jorge Pérez Ortega una indemnización justa por su despido injustificado y cualquier otro daño resultante.
  • El ISSSTE garantice que todo el personal sanitario, incluido el de limpieza, de todos sus hospitales e instalaciones cuente con el EPP adecuado para el COVID-19.

Atentamente,

Jorge Pérez Ortega (Jorgito) fue despedido injustamente en junio de 2020 tras denunciar públicamente que el personal de limpieza del hospital público “20 de Noviembre”, en la Ciudad de México, carecía de protección para el COVID-19.

Jorgito, a sus 70 años, formaba parte del personal de limpieza del hospital público “20 de Noviembre” de la Ciudad de México cuando inició la pandemia del COVID-19. Este hospital fue, y sigue siendo, un punto central para atender pacientes de COVID-19. La empresa privada que empleaba a Jorgito, contratada por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) –parte del gobierno federal–, no le proporcionó el Equipo de Protección Personal (EPP) necesario para protegerle del virus, a pesar de estar en alto riesgo de contagio, debido a su edad. 

El 16 de junio de 2020, Jorgito compartió su situación en una breve entrevista en un canal de televisión local. Seis días después, Jorgito fue despedido por la empresa sin justificación escrita ni compensación.

Hoy Jorgito y su familia se esfuerzan por llegar a fin de mes.

Firma esta petición para exigir a las autoridades mexicanas una compensación justa para Jorgito por su despido injusto, y que garanticen los derechos de todo el personal de salud que está en primera línea de atención del COVID-19, incluido el de la limpieza.

Mtro. Luis Antonio Ramírez

Director General del ISSSTE

Tengo conocimiento de que el señor Jorge Pérez Ortega se desempeñaba como personal de limpieza en el hospital público “20 de Noviembre” a través de la empresa privada Grupo Relissa, contratada por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), y de que el 22 de junio de 2020 fue despedido sin justificación escrita ni compensación.

Según la Ley Federal del Trabajo de México, el despido de una persona trabajadora sin notificación por escrito se considera ilegal e injustificado. Por lo tanto, Jorge Pérez Ortega tiene derecho a una reparación adecuada mediante una indemnización por su despido ilegal.

A pesar de que Jorge Pérez Ortega trabajaba para una empresa privada, de acuerdo con la legislación laboral mexicana, el ISSSTE es responsable en última instancia de las personas empleadas que realizan trabajo en sus instalaciones. Además, el Estado mexicano es responsable de garantizar los derechos humanos y supervisar el actuar de las empresas privadas que contrata según los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de la ONU.

Por otro lado, de acuerdo con la información recibida por Amnistía Internacional, ni Jorge Pérez Ortega ni sus colegas recibieron Equipo de Protección Personal (EPP) suficiente para prevenir enfermarse de COVID-19. El personal de limpieza en los centros de salud está particularmente en riesgo en el contexto de la pandemia de COVID-19 y las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que los limpiadores, en efecto, necesitan también una cantidad significativa de EPP. Cabe señalar además que Jorge Pérez Ortega tenía ya entonces más de 65 años y por lo tanto se encontraba en un grupo de alto riesgo.

Por ello, le insto a que:

  • El ISSSTE proporcione a Jorge Pérez Ortega con una compensación justa por su despido injustificado y cualquier otro daño resultante.
  • El ISSSTE garantice que todo el personal sanitario, incluido el de limpieza, de todos sus hospitales e instalaciones cuente con el EPP adecuado para el COVID-19.

Atentamente,

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