DONA

Actuamos por los derechos humanos en todo el mundo.

Importancia de la apropiación de los Derechos Humanos en el contexto actual

Paulina Velazquez

Paulina Velazquez

Activista de Amnistía Internacional México

En los últimos meses la humanidad ha tenido que afrontar una situación de pandemia que sin duda nos ha puesto a prueba en diversos ámbitos y los derechos humanos no han sido la excepción debido a su constante violación.

Hoy más que nunca poner los derechos humanos sobre la mesa es fundamental, sobre todo porque da la impresión que estos atraviesan por una crisis de credibilidad frente a la sociedad. En variadas ocasiones se ha cuestionado la importancia de estos por diversos motivos, entre los principales está que parecieran ser “elitistas”, es decir, que solo las personas con recursos económicos gozan de su ejercicio pleno, y aunque existan circunstancias que avalen la premisa anterior esto no debería ser así. Entonces surge la pregunta ¿cómo podemos apropiarnos de los derechos humanos especialmente en este contexto de pandemia?

Todas y todos somos poseedores de estos derechos por la simple razón de pertenecer a la especie humana, además nuestra constitución los reconoce desde el artículo primero. Tener conciencia de que nadie puede negarnos el acceso a ejercerlos es fundamental ya que se convertiría en una violación; no hay que olvidar que entre las principales obligaciones que tiene el Estado Mexicano es el proteger, garantizar, promover y respetar los derechos humanos.

La información es clave. No solamente es saber de su existencia. Realmente es necesario apropiarnos de ellos, sentirlos en el día con día, concientizarnos a nosotros y nosotras primero de qué implicaciones conllevan, como por ejemplo informarnos qué son los derechos humanos, cuáles son etc.,; cuestiones que parecieran tan básicas pero que pasan desapercibidas.

Lamentablemente se ha normalizado la violación o el mal uso de los derechos humanos en la vida cotidiana de las personas, tan es así que ya ni siquiera se reconoce como una falta. Al contrario, son aceptables las circunstancias de violencia, inseguridad, corrupción etc., que nos acompañan diariamente. Las personas hemos aprendido a adaptarnos a todo esto sin darnos cuenta que es necesario exigir nuestros derechos al Estado (recordemos que es su obligación) porque ante todo está nuestra dignidad humana y esto implica toda una serie de condiciones idóneas que nos permitan decir que se cumple con esta parte indispensable de los derechos humanos.

El contexto de pandemia ha visibilizado aún más la carencia del pleno respeto y garantía del ejercicio de estos derechos porque la emergencia sanitaria nacional trajo consigo el incremento en problemáticas sociales antes no resueltas, como la violencia contra las mujeres, desigualdad, etc. Ante esta situación, el Estado no ha tenido la capacidad de respuesta para atender las demandas sociales.

No hay pretextos válidos para justificar la constante violación a derechos humanos. Normalizar esta problemática no significa que no exista, cerrar los ojos y no poder ver la luz no quiere decir que no esté. Es responsabilidad de cada uno de nosotros y nosotras aceptar que la violación de derechos humanos es constante y va en incremento para poder tomar acciones concretas, por ejemplo; aprovechar los medios electrónicos para cuestionar cómo está actuando el Estado y cómo nosotras y nosotros a través de redes sociales podemos ejercer presión para garantizar que cumpla con sus obligaciones.

La unidad en una sociedad es la base para alzar la voz y generar un cambio, cuando a una persona se le violentan sus derechos humanos en realidad se nos violentan a todas y todos porque somos parte de una comunidad. Esto quiere decir, que si una pieza del rompecabezas falta este nunca podrá estar terminado y así mismo es en nuestra sociedad. No creamos que solo un grupo de personas tienen acceso a la justicia, no importa la edad, el sexo, género, religión o nivel educativo todas y todos debemos exigir un trato justo porque es nuestro derecho.

En conclusión, debemos exigir el pleno ejercicio y respeto de nuestros derechos humanos como lo marca nuestra constitución. Alzar la voz cuando sea necesario, concientizarnos y sensibilizarnos de su importancia y saber que hay instancias a donde podemos acudir en caso de sufrir violaciones, no olvidar que estamos protegidos sin importar creencias; informarnos y crear lazos de apoyo entre todos y todas porque la solidaridad es clave en la lucha para conseguir una sociedad más justa.

Compártelo en redes

Dona

Trabajamos para exponer las violaciones de los derechos humanos, dando una luz de esperanza a quienes aún esperan justicia.

Firma nuestras peticiones

Con tu firma podemos presentarnos frente a las autoridades no solo como Amnistía Internacional ¡sino como miles de personas exigen un mundo mejor!

Hazte miembro

Además de donar, las personas que forman parte de la membresía cuentan con voz y voto para participar en las actividades de gobernanza de Amnistía Internacional Sección Mexicana.