El orgullo que nos une

Cada mes de junio es importante para las poblaciones LGBTTTI+, sin embargo, me gustaría que este año el orgullo nos dure los 365 días. Que no solo salgamos a marchar y a protestar en junio, que nos solidaricemos con otros movimientos, que aprendamos a unirnos como la comunidad desde donde nos enunciamos. Pero, sobre todo, que empaticemos con la propia diversidad de nuestro movimiento.

Este año el orgullo se vivió desde nuestras casas debido al confinamiento y la pandemia que atraviesa a todo el mundo. Ojalá que tengamos el tiempo suficiente para mirar nuestros privilegios y cómo podemos ayudar a las personas que la están pasando mal, a las que perdieron sus trabajos, a las que están perdiendo a sus familias, a sus amigos y a sus parejas.

La apatía que hemos mostrado en muchos años, la indiferencia hacía otras causas, incluso en ocasiones hasta las propias. Tiene que acabar porque con la “nueva normalidad” y el regreso a las calles, a nuestros empleos, a nuestros barrios y a nuestros lugares de encuentro LGBTTTI+ tiene que traer consigo un ejercicio de activarnos.

Hacernos notar en todos los espacios, luchar y avanzar en todos los Estados de la República para el pleno ejercicio de nuestros derechos humanos. No dejar atrás a nuestras compañeras Trans que dentro del acrónimo y la comunidad diversa siempre viven en el rezago y el olvido. Busquemos la forma de apoyar a quien nos necesita, aun cuando nadie estuvo para apoyarnos a nosotrxs. La comunidad se crea a partir de nuestros entornos y que estamos dispuestos a hacer para nutrirla, para hacerla fuerte.

A lo largo del tiempo hemos generado avances, avances que no han sucedido sino gracias al trabajo de unas cuantas personas, en todos los Estados. Demos la vuelta a verles, preguntemos ¿Qué hace falta? ¿Cómo ayudo? ¿Para que soy buenx? Porque ese trabajo que hacen, es para lograr un bien común y ese bien común en muchas ocasiones se ve detenido por el avance de los discursos de odio, de la discriminación, de los estigmas y de la violencia.

Al unirnos dentro de la diversidad seremos conscientes de que todas las personas somos importantes para que el movimiento LGBTTTI+ en México avance. Avancen nuestras formas de amar, nuestras formas de relacionarnos fuera de las normas, nuestras identidades, nuestras orientaciones, nuestrxs cuerpos diversos, nuestros tonos, nuestros derechos y por supuesto nuestra libertad.

Celebremos los avances, no soltemos las agendas en cada Estado, en cada Municipio, en cada Alcaldía y en cada barrio. No dejemos a nadie atrás. Avancemos de la mano de nuestras compañeras trans, de las personas con VIH, de las personas LGBTTTI+ adultas mayores, de las personas que no tienen hogar, de las personas trabajadoras sexuales. Que nuestro orgullo sea esa diversidad que nos une, que nuestro orgullo sea la empatía, que nuestro orgullo sea la solidaridad, que nuestro orgullo sea nuestra propia comunidad.

Todos los derechos, todas las personas. Ni un paso atrás.