A doce años de finalizada la guerra civil en Sri Lanka, no hay visos de solución para las violaciones a los derechos humanos cometidas durante ese cruento conflicto.
El Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (CDHONU) debe tomar medidas urgentes para abordar el empeoramiento de la situación de los derechos humanos en Sri Lanka, declaró Amnistía Internacional, tras la publicación de un informe condenatorio de la ONU sobre los esfuerzos del país para garantizar la rendición de cuentas por los delitos cometidos durante el conflicto civil.
Casi 12 años después del final de la guerra civil de Sri Lanka, el informe, elaborado por la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos (OACDH), advierte que la persistente incapacidad del país para abordar los crímenes históricos está dando lugar a “claras señales de alerta temprana de un deterioro de la situación de los derechos humanos y de un riesgo significativamente mayor de futuras violaciones”.
En febrero de 2020, el gobierno de Sri Lanka anunció que dejaría de cooperar con la histórica resolución 30/1 del CDHONU, que promueve la reconciliación, la rendición de cuentas y los derechos humanos en el país, y que en su lugar llevaría a cabo su propio proceso de reconciliación y rendición de cuentas.
“Este informe deja al descubierto el abyecto historial de Sri Lanka en materia de justicia y rendición de cuentas y el efecto de decadencia que esto ha tenido sobre los derechos humanos en el país. La gravedad de estas conclusiones pone de manifiesto la necesidad urgente de que el CDHONU intensifique sus esfuerzos en Sri Lanka”, declaró David Griffiths, director de la Oficina del Secretario General de Amnistía Internacional.
“Durante más de una década, los procesos internos han fallado manifiestamente a miles de víctimas y sus familias. Dada la decisión del gobierno de alejarse de la resolución 30/1, y el retroceso en los escasos avances logrados, el CDHONU debe enviar un mensaje claro de que se perseguirá la rendición de cuentas con o sin la cooperación del gobierno”.
Amnistía Internacional pide al CDHONU que ponga en práctica las principales recomendaciones del informe para establecer una supervisión más estricta de Sri Lanka, que incluya un seguimiento y una presentación de informes más sólidos sobre la situación de los derechos humanos, así como la recopilación y conservación de pruebas para futuros enjuiciamientos.
El informe, que acusa a Sri Lanka de encontrarse en un “estado de negación del pasado”, detalla cómo el fracaso de los mecanismos nacionales ha afianzado aún más la impunidad, exacerbando la desconfianza de las víctimas en el sistema. Entre una letanía de fracasos, el informe aborda el retroceso de las reformas de 2015 que ofrecían más controles y equilibrios sobre el poder ejecutivo, la erosión de la independencia judicial e institucional, y el fracaso en la reforma del sector de la seguridad y en la destitución y rendición de cuentas de los responsables de presuntos delitos graves y violaciones de los derechos humanos.
El informe también ofrece una evaluación mordaz de la regresión en otros ámbitos de los derechos humanos, como la creciente marginación de las minorías tamiles y musulmanas, alimentada por la retórica divisoria y discriminatoria de los funcionarios del Estado, y la reducción del espacio para la sociedad civil, incluidos los medios de comunicación independientes.
Todas las miradas estarán puestas en Canadá, Alemania, Montenegro, Macedonia del Norte y el Reino Unido, que se espera que presenten una resolución sobre Sri Lanka en la sesión de la ONU que comienza el próximo mes.
“La responsabilidad recae ahora en estos países, con el apoyo de otros Estados miembros del CDHONU, para presentar una propuesta significativa que responda de forma creíble a las conclusiones condenatorias y a las recomendaciones concretas de este informe de la ONU, sometiendo al gobierno de Sri Lanka a un escrutinio adecuado y trabajando una vez más en favor de un proceso de rendición de cuentas acordado a nivel internacional”, afirmó David Griffiths.
“Los Estados miembros de la ONU deben aprender de la experiencia pasada, y esta vez prestar atención a los indicadores de alerta temprana identificados por el máximo responsable de derechos humanos de la ONU”.
Antecedentes
El informe de la OACDH, publicado el 27 de enero de 2021, puede descargarse aquí El CDHONU se reunirá en su 46º periodo de sesiones del 22 de febrero al 23 de marzo, durante el cual se espera que Canadá, Alemania, Montenegro, Macedonia del Norte y Reino Unido -el actual grupo central de Estados que lideran la cuestión de Sri Lanka- presenten una resolución de seguimiento del informe de la OACDH.
Amnistía Internacional publicó a principios de este mes una evaluación de la situación en Sri Lanka, en la que se establecen claras expectativas de actuación del CDHONU. El informe de la OACDH apoya el llamamiento a una vigilancia y una información más sólidas sobre la situación, así como a la recopilación y conservación de pruebas para futuros enjuiciamientos.
Sri Lanka tiene un largo historial de comisiones de investigación nacionales que han fracasado repetidamente a la hora de hacer justicia y reconciliar a las víctimas de violaciones de derechos humanos. Las conclusiones de las comisiones anteriores no han conducido a ningún enjuiciamiento de los responsables de las atrocidades. Amnistía Internacional ha documentado estos procesos en el pasado.
Contacto: Michael.Parsons@amnesty.org