Imagen: US/Mexico Border January 2019. Alli McCracken/Amnesty International
Como respuesta a las medidas que están adoptando diversos Estados de las Américas que vulneran los derechos de las personas que buscan seguridad, Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional, ha declarado:
“En el Día Mundial de los Refugiados, estamos presenciando en todas las Américas la devastadora erosión de los derechos de las personas que buscan seguridad y la protección del asilo. El gobierno de Trump ha emitido una serie de órdenes ejecutivas que han suspendido el Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos y han hecho casi imposible solicitar asilo en el país, lo que ha puesto innumerables vidas en peligro. Estas políticas ya han provocado la devolución de miles de personas a lugares en los que su vida o su seguridad corren peligro. Actualmente ya no hay modo de solicitar asilo en la frontera entre Estados Unidos y México. Esto, además de ilegal, es inhumano y cruel.”
El gobierno de Trump ha emitido una serie de órdenes ejecutivas que han suspendido el Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos y han hecho casi imposible solicitar asilo en el país, lo que ha puesto innumerables vidas en peligro… Esto, además de ilegal, es inhumano y cruel. Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional
“El gobierno de Trump también ha desmantelado otros mecanismos de protección esenciales para las personas que buscan seguridad; por ejemplo, ha retirado el Estatus de Protección Temporal a personas de ciertas nacionalidades y ha revocado el permiso humanitario a las personas cubanas, haitianas, nicaragüenses y venezolanas, lo que contradice el discurso de que en esos mismos países se están viviendo las más terribles situaciones de crisis para los derechos humanos de la región. Simultáneamente, Estados Unidos ha intensificado las redadas masivas contra la inmigración, está deteniendo a familias y separándolas, expulsando del país ilegalmente y sin garantías procesales a personas por el modo en que entraron en él y tratando como delincuentes a las personas que necesitan protección internacional.”
“Estas políticas perniciosas han encontrado eco en toda la región. Costa Rica y Panamá han aceptado vuelos de deportación provenientes de Estados Unidos de personas de terceros países —muchas de ellas con solicitudes asilo pendientes— que se han quedado atrapadas y con acceso limitado a asistencia humanitaria y protección internacional. El Salvador es cómplice de la desaparición forzada de cientos de personas venezolanas expulsadas por Estados Unidos en aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros y trasladadas a la tristemente célebre prisión del CECOT. Son personas que estaban en pleno proceso judicial, que fueron arrestadas a pesar de que cumplían sus obligaciones en materia de inmigración, que ya tenían protecciones concedidas en Estados Unidos en aplicación de la Convención contra la Tortura y otros instrumentos, o que fueron clasificadas como miembros de pandillas por sus tatuajes o su relación con el estado venezolano de Aragua, sin más pruebas.”
“El Acuerdo de Tercer País Seguro firmado por Canadá y Estados Unidos impide a la mayoría de las personas que pasan a Canadá desde Estados Unidos solicitar protección como refugiadas en ese país y viceversa. El acuerdo obliga a las personas a intentar cruzar la frontera por lugares peligrosos y las empuja a la clandestinidad para buscar seguridad, lo que ha dado lugar a la detención de personas y familias en Estados Unidos. Dado que Estados Unidos es cada vez menos seguro para las personas solicitantes de asilo, el gobierno canadiense debe retirarse del acuerdo de forma inmediata.”
“República Dominicana ha estado aplicando una serie de políticas migratorias racistas que ni siquiera reconocen el derecho de solicitar asilo de quienes huyen de la violencia en Haití y que van dirigidas contra las personas de origen haitiano. Se está expulsando colectivamente de República Dominicana a las personas haitianas, a pesar de que la crisis humanitaria y de seguridad en Haití se está agudizando, lo que pone en grave peligro a las personas devueltas y socava el principio de no devolución.”
“Personas de Venezuela, Haití, Cuba, Nicaragua, de toda la región y de otros lugares están huyendo de situaciones de crisis generalizada para los derechos humanos. En vez de refugio y protección, encuentran hostilidad, fronteras militarizadas y criminalización. Las políticas de inmigración y asilo que están aplicando países de todas las Américas están impulsadas por discursos racistas y xenófobos que deshumanizan a las personas que buscan seguridad.”
Las políticas de inmigración y asilo que están aplicando países de todas las Américas están impulsadas por discursos racistas y xenófobos que deshumanizan a las personas que buscan seguridad. Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional
“La situación se está viendo exacerbada por los graves recortes que el gobierno de Estados Unidos ha aplicado a la ayuda exterior y que han debilitado los refugios y a las organizaciones de primera línea que prestan un apoyo que salva vidas a las personas que buscan seguridad y a la población internamente desplazada. Desde Costa Rica hasta la frontera entre Haití y República Dominicana, pasando por México, se ha obligado a organizaciones a reducir o cerrar programas de alimentos, refugio y asistencia jurídica y psicosocial para personas que buscan seguridad, justo cuando más los necesitan.”
“En el Día Mundial de los Refugiados, Amnistía Internacional pide urgentemente a los Estados de las Américas que, en vez de castigar a las personas que buscan seguridad, las protejan. Los Estados deben restaurar de inmediato el acceso al asilo, revertir las políticas discriminatorias y cumplir sus obligaciones de derecho internacional. Nos solidarizamos con las personas de toda la región que se han visto obligadas a huir de su hogar para buscar seguridad y dignidad. Buscar seguridad es un derecho humano. Es hora de que los gobiernos actúen en consecuencia.”
