Este informe regresa al centro de detención de la base naval estadounidense en la bahía de Guantánamo cuando nos acercamos a sus 20 años de existencia y mientras un nuevo presidente se dispone a entrar en la Casa Blanca y convertirse en el cuarto titular del cargo durante la vida de esta prisión. Cada uno de sus tres predecesores plasmó sus preferencias políticas sobre este tema. Sin embargo, incluso mientras la política de la administración cambiaba, pasando de “encontrar un centro de detención y llenarlo”, a “revisar las detenciones y cerrar la prisión”, y a “mantenerlo abierto y prepararlo para recibir a más detenidos”, el fantasma en la sombra ha sido el derecho internacional de los derechos humanos, del que se ha hecho caso omiso en virtud de un marco de “leyes de la guerra” defendida por todos los gobiernos de los últimos 19 años.
Manifiesto por la represión
Desde que llegó al poder, el príncipe heredero y primer ministro Mohammad bin Salman ha eliminado en la práctica toda disidencia interna y al mismo tiempo ha invertido importantes recursos